ABSTRACT
Introducción: La grave limitación funcional que conlleva la ceguera o debilidad visual concede al trasplante de córnea un alto valor social, económico y humano. La calidad de vida relacionada con la salud se puede considerar como un indicador de calidad asistencial. Objetivo: Determinar la calidad de vida en pacientes adultos después del trasplante de córnea en un hospital de tercer nivel. Método: Con aprobación ética, se realizó un estudio transversal en pacientes trasplantados de córnea de 2012 a 2016. Se analizaron variables sociodemográficas, calidad de vida relacionada con la salud (SF-36) y agudeza visual en el ojo trasplantado (movimiento de manos, recuento de dedos y test de Snellen). Se aplicaron la prueba de ji cuadrado, el test de Kruskal-Wallis y el test de Wilcoxon; se consideró significativa una p < 0.05. Resultados: Se incluyeron 60 pacientes de 17 a 89 años de edad receptores de trasplante de córnea. El motivo de trasplante más frecuente fue por queratocono (n = 36). El 60% (n = 36) tuvieron buena visión después del trasplante y se hallaron diferencias significativas entre la agudeza visual del ojo trasplantado preoperatoria y posoperatoria (p = 0.000). La calidad de vida fue buena en el 86.67% de la muestra. Las dimensiones de la calidad de vida fueron mayores a medida que mejoró la agudeza visual (p < 0.05). Conclusiones: El seguimiento a pacientes trasplantados de córnea es indispensable para evaluar los resultados de la atención médica.
Introduction: The severe functional limitation that blindness or visual weakness entails gives a high social, economic and human value to corneal transplantation. The quality of life related to health can be considered as an indicator of quality of care. Objective: To determine the quality of life in adult patients, after the cornea transplant in a third level hospital. Method: With ethical approval, a cross-sectional survey was carried out in patients transplanted from the cornea from 2012 to 1016. Sociodemographic variables, quality of life related to health (SF-36) and visual acuity (hand movement, counting of fingers and Snellen test). Chi-square test, Kruskal-Wallis test, Wilcoxon test and p < 0.05 were considered significant. Results: We included 60 patients from 17 to 89 years of age, transplanted from the cornea. The most frequent reason for transplant was keratoconus (n = 36). Sixty percent (n = 36) had good vision after transplantation and significant differences were found between visual acuity before and after surgery (p = 0.000). The quality of life was good in 86.67% of the sample. The dimensions of quality of life were greater as visual acuity improved (p < 0.05). Conclusions: The follow-up of patients transplanted from the cornea is essential to evaluate the results of medical care